Presentación de resultados de tesis
El
turismo residencial (o turismo de casas de verano) ha crecido a nivel mundial
en los últimos 60 años con consecuencias negativas sobre los ecosistemas, la
disponibilidad de agua, la economía y la sociedades receptoras, principalmente
en la región del Mediterráneo. Pese a lo anterior, en México, este fenómeno ha
sido poco estudiado, no obstante su fuerte desarrollo, especialmente en Los
Cabos, donde ha aumentando y se ha desplazado a zonas rurales costeras de alto
valor ecológico, con el desconocimiento de sus implicaciones ambientales y
socioeconómicas, fomentado por un creciente mercado inmobiliario de ciudadanos
norteamericanos que desean retirarse en el país, quedando en el aire si esta
actividad es sustentable. Por lo anterior, se planteo evaluar la
sustentabilidad del turismo residencial, mediante un estudio de caso en las
comunidades receptoras de la región Punta Los Frailes - Punta Gorda, en la
costa este de Baja California Sur, mediante la Metodología del Desarrollo
Sostenible Microrregional, tomando como ejes de trabajo los aspectos
ambientales en sus componente biótico (cobertura de ecosistemas) y físico
(disponibilidad agua), sociales y económicos. Los resultados muestran que este
fenómeno se encuentra en una fase temprana de desarrollo, con una pérdida general de cobertura de
vegetación baja (del 1.1% en 1978 a 3.1% en 2008) con un patrón disperso de
casas y una amplia red de caminos que fragmentan el paisaje. El impacto sobre
la disponibilidad de agua en los acuíferos que surten a la zona es bajo (3%
volumen disponible para el acuífero de Cabo Pulmo y 0.03% para el de San José). En lo económico,
las comunidades se han beneficiado de los empleos generado por los turistas,
sin embargo han alterado sus actividades tradicionales y no han recibido
beneficios sociales como la instalación de servicios básicos, escuelas u
hospitales. Por lo cual se concluye que a pesar de que ambientalmente el
impacto de esta actividad es bajo en este momento, los beneficios económicos
que genera son mínimos y los beneficios sociales son prácticamente nulos, por
lo que se considera esta actividad como no sustentable.