El desarrollo turístico residencial en la región Los Frailes - Punta Gorda, México: Un estudio sobre sustentabilidad

Viernes 14 de diciembre de 2012
Presentación de resultados de tesis

Alumno de doctoradoDiego Armando Casas Beltrán
DirectoresDr. Aradit Castellanos Vera (CIBNOR) y Dr. Luis Felipe Beltrán (CIBNOR)

El turismo residencial (o turismo de casas de verano) ha crecido a nivel mundial en los últimos 60 años con consecuencias negativas sobre los ecosistemas, la disponibilidad de agua, la economía y la sociedades receptoras, principalmente en la región del Mediterráneo. Pese a lo anterior, en México, este fenómeno ha sido poco estudiado, no obstante su fuerte desarrollo, especialmente en Los Cabos, donde ha aumentando y se ha desplazado a zonas rurales costeras de alto valor ecológico, con el desconocimiento de sus implicaciones ambientales y socioeconómicas, fomentado por un creciente mercado inmobiliario de ciudadanos norteamericanos que desean retirarse en el país, quedando en el aire si esta actividad es sustentable. Por lo anterior, se planteo evaluar la sustentabilidad del turismo residencial, mediante un estudio de caso en las comunidades receptoras de la región Punta Los Frailes - Punta Gorda, en la costa este de Baja California Sur, mediante la Metodología del Desarrollo Sostenible Microrregional, tomando como ejes de trabajo los aspectos ambientales en sus componente biótico (cobertura de ecosistemas) y físico (disponibilidad agua), sociales y económicos. Los resultados muestran que este fenómeno se encuentra en una fase temprana de desarrollo,  con una pérdida general de cobertura de vegetación baja (del 1.1% en 1978 a 3.1% en 2008) con un patrón disperso de casas y una amplia red de caminos que fragmentan el paisaje. El impacto sobre la disponibilidad de agua en los acuíferos que surten a la zona es bajo (3% volumen disponible para el acuífero de Cabo Pulmo y  0.03% para el de San José). En lo económico, las comunidades se han beneficiado de los empleos generado por los turistas, sin embargo han alterado sus actividades tradicionales y no han recibido beneficios sociales como la instalación de servicios básicos, escuelas u hospitales. Por lo cual se concluye que a pesar de que ambientalmente el impacto de esta actividad es bajo en este momento, los beneficios económicos que genera son mínimos y los beneficios sociales son prácticamente nulos, por lo que se considera esta actividad como no sustentable.